El nuevo descubrimiento se encuentra techado y al interior de un edificio, por lo que no tiene indicios de haber almacenado líquido alguno, sino que, se cree, funcionó como depósito de alimentos y de uso ritual.
Ciudad de México, 29 de abril (SinEmbargo).- El Instituto Nacional de Antropología e Historiala (INAH) dio a conocer este lunes el hallazgo de un depósito de agua maya (chultún) en la costa caribeña de la península de Yucatán, Quintana Roo, durante el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), implementado por la Secretaría de Cultura federal.
A través de un comunicado, el INAH detalló que el chultún fue ubicado en la zona arqueológica de Tulum, al interior del Edificio 25, denominado Casa del Halach Uinic, y cuya antigüedad podría corresponder a la primera ocupación del sitio, previo al periodo Posclásico Tardío (1200-1550 d.C.).
#BoletínINAH: Descubren un chultún en la Zona Arqueológica de Tulum, en Quintana Roo
🔹Es el único vestigio arquitectónico de su tipo que se localiza al interior de una edificación del sitio prehispánico.
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Fotos: cortesía Antonio Reyes. #INAH pic.twitter.com/wo3EhAqpJI
— INAH (@INAHmx) April 29, 2024
"Se halló un chultún, de 2.48 metros de diámetro y 2.39 metros de profundidad, con entrada de forma rectangular, de 54 centímetros de largo por 46 centímetros de ancho, al interior del Edificio 25 (...) cuya particularidad es que se trata del único encontrado dentro de una edificación. ", se lee en el documento.
De acuerdo con las investigaciones del Promesa, el chultún cuenta con 2.48 metros de diámetro y 2.39 metros de profundidad, además de una entrada de forma rectangular de 54 centímetros de largo por 46 centímetros de ancho, en la crujía noroeste.
El Coordinador del proyecto, José Antonio Reyes Solís, detalló que en el área amurallada de la antigua urbe se encuentran dos chultunes, ubicados al exterior y de los cuales se prevé que funcionaron como receptores de agua. Sin embargo, el nuevo descubrimiento se encuentra techado y interior de un edificio, por lo que no tiene indicios de haber almacenado líquido alguno, sino que, se cree, funcionó como depósito de alimentos y de uso ritual.
"Se constituye por una capa de coral molido, de 1 a 2 centímetros de grosor, la cual formó parte de la superficie del suelo, y debajo encontramos arcilla rojiza. Dentro se hallaron rellenos de piedras de tamaño medio, capas gruesas de ceniza pura y, en lo más profundo, desenterramos restos óseos humanos y piedras quemadas”, indicó el encargado de campo y miembro del proyecto, Enrique Marín Vázquez.
Al respecto, el arqueólogo y colaborador del proyecto, Felipe Nava Ahuatzin, enfatizó que “se tiene la teoría de que el compartimiento subterráneo data de la primera ocupación de Tulum, lo que se corroborará con el análisis de los sedimentos encontrados, mismos que también pueden revelar el tipo de alimentos que se consumían y cuál era la vegetación de la época, entre otros datos relevantes”.
En lo que respecta a los restos humanos encontrados, aseveró Marín Vázquez, están en proceso de investigación en el Laboratorio de Antropología Física del Centro INAH Quintana Roo, a cargo del doctor Allan Ortega Muñoz. Ante el descubrimiento, se tiene la hipótesis de que podrían corresponder a tres infantes, cuyos cuerpos fueron enterrados con otros materiales.
Sobre el trabajo en campo, el cual comenzó en abril de 2023 y concluirá el 30 de abril de 2024, se puntualizó que se ha dado mantenimiento menor a las áreas abiertas al público, así como limpieza, rehabilitación y consolidación de espacios y estructuras en zonas cerradas, como los edificios 55 y 56, la Casa del Cenote, el Templo del Viento y los lados norte y sur de la muralla.